viernes, 2 de noviembre de 2012

Mutismo selectivo

Para aquellas personas que me solicitaron información, les dejo algunas notas, espero les sea útil. 
El mutismo selectivo es un problema de inhibición del habla que suele tener su inicio en la etapa preescolar. El trastorno se caracteriza porque el sujeto, pese a tener la capacidad del habla conservada, inhibe selectivamente la respuesta verbal delante de determinadas situaciones sociales o lo restringe a ciertas personas “de confianza” de su entorno familiar, generalmente los padres y / o los hermanos. Por lo tanto se puede definir el mutismo selectivo como la dificultad que presentan algunos niños para comunicarse verbalmente en entornos y situaciones sociales poco familiares y/o con personas poco conocidas.
 La definición anterior  indica, por una parte que los niños con mutismo selectivo tienen una competencia lingüística y comunicativa ajustada a su edad comprobada en el ambiente familiar próximo, y por otra, que esta competencia no se pone en práctica en otros ambientes y con otras personas. La escuela suele ser el primer entorno social diferente al familiar al que se enfrentan los niños, por ello, es el escenario en el que en primer lugar se hacen evidentes las dificultades de interacción y comunicación verbal y donde puede detectarse con mayor facilidad el mutismo incipiente.
En algunas ocasiones, el mutismo puede iniciarse progresivamente como consecuencia de una timidez extrema o también a partir de alguna situación estresante (hospitalización, cambio de residencia, ciudad, etc.). Sea como fuere, el mutismo selectivo puede resultar altamente incapacitante tanto en el terreno educativo como en el social para los niños que lo padecen y siempre representa una condición a tratar.
Los niños que presentan mutismo selectivo pueden presentar una gran variabilidad en cuanto al tipo de interacciones sociales que establecen; algunos de ellos disfrutan activamente del contacto con los demás y juegan sin mayores problemas, sin embargo, permanecen en silencio. Hay otros que desarrollan con el amigo más cercano estrategias de comunicación alternativa (signos, miradas, gestos, etc.). Hay también otro grupo que considera la mayor parte de las interacciones sociales incomodas y no participan en absoluto. Por tanto, estamos delante un mismo trastorno que puede tomar diferentes niveles de expresión y afectación social.
Los niños que presentan esta condición suelen haber manifestado con anterioridad algún tipo de ansiedad ante situaciones sociales. Con frecuencia su historia incluye un periodo de desarrollo del lenguaje normal y apropiado en el hogar pero con restricciones cuando están en la presencia de personas desconocidas o con las que se encuentran en pocas ocasiones. Muchos de estos niños han mostrado, en algún momento de su desarrollo, formas leves o moderadas de ansiedad de separación. También timidez excesiva, aislamiento y retraimiento social, negativismo, tartamudeo, enuresis y conducta oposicionista o manipuladora en el hogar.

El inicio del problema se da a edades tempranas como consecuencia de los factores antes no obstante, el problema puede prolongarse más allá de la edad de inicio debido, también, a factores familiares como un exceso de protección y la acomodación a sistemas alternativos no verbales que se consolidan.  La presencia de diferentes factores empezando por una vulnerabilidad ante situaciones sociales pero también de factores afectivos, conductuales y familiares que podrían prolongar en el tiempo el trastorno. Todo ello hace necesario un exhaustivo estudio previo de todas estas variables para intentar descifrar el origen y mantenimiento del trastorno.
Dos son los factores fundamentales en los que centrar el proceso de detección
1) Las características (cualitativas y cuantitativas) de las interacciones verbales del alumno/a.
2)    La presencia o no de comportamientos asociados a inhibición y/o ansiedad.
Los procedimientos para la detección de la presencia de alguno de estos dos factores están basados en la observación y registro sistemáticos de los comportamientos verbales, comunicativos y de inhibición o ansiedad que el alumno/a manifiesta en los ambientes habituales y con distintos interlocutores. Con el fin de facilitar esta observación en el entorno escolar se ofrece a continuación un cuestionario:
Indicador
SI
NO
1
En el entorno escolar no habla nunca pudiendo hacerlo.


2
En el entorno escolar sólo habla en algunas situaciones


3
No habla nunca con los adultos de la escuela.


4
Habla solamente con algunos adultos de la escuela.


5
No habla nunca con los niños de la escuela.


6
Habla solamente con algunos compañeros  de la escuela.


7
Manifiesta ansiedad en situaciones de interacción verbal y contacto corporal (se mete los dedos en la boca, se remueve en su asiento, se muestra tenso…).


8
Rigidez en su postura corporal habitual (espalda y cuello muy rectos, brazos caídos paralelos al cuerpo, boca abierta o apretada…).


9
Inexpresividad facial y corporal (no realiza gestos faciales, no sonríe, no gesticula con las manos ni con el cuerpo).


10
Conductas de evitación de la interacción social (mira para otro lado, baja la cabeza, evita el contacto físico…).


11
Conductas de evitación de situaciones sociales (no va al baño con los demás en grupo, no va a los rincones de trabajo del aula, en los recreos juega solo o con un niño…)


12
Se demora en la realización de  tareas o actividades escolares más de lo debido.


13
Habitualmente no toma la iniciativa para asumir pequeñas responsabilidades (recoger o repartir el material…).


14
Habitualmente no participa espontáneamente en la dinámica del aula (no sale nunca voluntariamente a realizar una actividad, no levanta la mano…)


15
Habitualmente no se expone ante el grupo (se niega a salir a la pizarra, no participa en dramatizaciones…).



Aspectos relevantes a considerar:
No generar expectativas negativas del profesorado y del alumnado con relación a la posible evolución y normalización del habla del niño: tanto el profesorado que imparte clases al niño como sus compañeros piensan y verbalizan que no habla, ni va a hablar.
 Acomodación del entorno a las dificultades del niño: Importante que el alumno no deje de hacer ciertas actividades académicas porque no habla (no pasa al pizarrón, se le salta sistemáticamente en turnos de preguntas…), y que los compañeros se convierten en sus intérpretes, se le permite contestar mediante gestos…
Disminución de situaciones en las que es necesaria la comunicación oral: ni el profesorado ni los compañeros piden al niño respuestas orales.
Diagnostico Diferencial
 • Dificultad en la audición (necesaria audiometría)
• Retardo mental
• Trastornos generalizados del desarrollo
• Trastornos de comunicación orgánicos (dispraxia, disartria, afasia, parálisis cerebral)
Aspectos Negativos:
• Al niño se le dificulta tener contacto visual
• El niño no suele sonreír y sus expresiones emocionales parecen vacías
• Se le dificulta adaptarse a las relaciones sociales
• Se le dificulta expresar sus sentimientos
• Es difícil que hable sobre si mismo

Aspectos Positivos: 
•Se cree que estos chicos tienen un CI por arriba de la media.
•Perciben las emociones y pensamientos de los demás (empatía)
•Pueden ser curiosos
• Buena concentración
• Excelente capacidad de percepción

 Tratamiento: 
Como tiene relación con la ansiedad, algunos autores sugieren psicoterapia o abordajes conductuales como manejo de contingencias, reforzamiento positivo y exposición gradual al habla como susurrar y vocalizar o la utilización de un sistema alternativo de comunicación.

A) Pautas para mejorar las condiciones familiares, personales y sociales

Ofrecer al niño un ambiente de seguridad, comunicación, serenidad, comprensión y afecto.

Eliminar actitudes de sobreprotección

Manifestar confianza en las posibilidades del niño y en la superación del problema.

Evitar los estilos de autoridad rígidos y la exigencia excesiva de perfección en el niño. 

Desarrollar hábitos correctos de autonomía y rutinas en la dinámica familiar adecuados a su edad en relación a la alimentación, higiene, vestido, orden

Asignar responsabilidades adecuadas a su edad que repercutan positivamente en la familia.

Establecer normas básicas de funcionamiento en el hogar.
Buscar actividades físicas de carácter lúdico que permitan descargar las tensiones que experimentan los niños durante la jornada escolar.
Facilitar al máximo la interacción con sus compañeros, vecinos y amigos de su edad (actividades extraescolares, salidas, parques, fiestas, espectáculos).
Mantener una comunicación recíproca y continuada con la escuela para coordinar las acciones.

Pautas para mejorar las condiciones personales y sociales en el aula.
Posibilitar en las dinámicas del aula la planificación y el diseño de actividades en grupo (juego social y trabajo cooperativo, etc).
Evitar la sobreprotección, no haciendo las tareas que el niño puede hacer.
Asignar pequeñas tareas de responsabilidad dentro del aula y del centro educativo ajustadas a la edad (hacer recados, repartir/recoger material, borrar la pizarra, pedir fotocopias  al conserje…)
 Aumentar el control  del adulto en la interacción escolar con el fin de evitar el aislamiento del alumno y  la existencia de tiempos en los que la actividad depende de su propia iniciativa.
Incrementar dentro de la programación de aula las actividades que impliquen contacto físico entre los niños (hacerse cosquillas, formar “montones”, darse abrazos…)
Crear un clima de seguridad, aceptación y confianza en el aula favorable a la comunicación verbal.
Introducir actividades de relajación de forma habitual tanto con el alumno como con todo el grupo.
Programar tiempos de coordinación de todo el profesorado que interviene en la atención educativa del grupo al que pertenece el alumno.
Mantener estrecha relación con la familia para el trasvase de información y el ajuste de las pautas y estrategias a implantar en el ámbito familiar.
Planificar y diseñar actividades y juegos de preparación al habla que no exijan interacción verbal, pero sí comunicación corporal y producción de sonidos. 
Juegos de producción de sonidos corporales (palmadas, soplidos, golpes con pies…)
Juegos con sonidos inarticulados y articulados (encadenamiento de sonidos, gradación de sonido, asociación de sonidos a movimientos,..).


 


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